Para empezar, quedamos temprano
en Pinilla del Valle y, tras comprobar que todo el grupo estaba completo,
arrancamos a andar los dos kms que nos separaban del yacimiento. El recorrido
iba bordeando el embalse de la Pinilla, mientras pasábamos junto a rebaños de
vacas y charcos aún congelados por el frío intenso de la noche anterior.
Conducidos por un par de guías provistos de bicicletas, llegamos al punto de
encuentro donde se dio inicio a la explicación.
“Asociación sin ánimo de lucro que desarrolla turismo responsable en la
Naturaleza de Madrid”. Así se abanderan en su página web este colectivo de
investigadores que dedican su tiempo libre a buscar restos de un pasado remoto
en la zona de “Los Calveros”, donde nos encontrábamos. Comenzaron con una breve
y clara descripción de quienes componían su equipo multidisciplinar,
describieron a los homínidos, su cronología y características físicas,
centrándose en neandertales y sapiens, los primeros por encontrarse entre los
restos del yacimiento, los últimos por ser nuestra propia especie. Sus
semejanzas y diferencias, las falsas creencias acerca de ellos e incluso forma
de vida y subsistencia…con todo esto despertaron nuestra curiosidad… ya que
hubo más de una pregunta!!
Terminada la explicación inicial,
nos dividieron en dos grupos: uno infantil y otro adulto, para ir recorriendo
cada una de las zonas excavadas acompañados por un guía. Cristina lo hizo con
los mayores y se detuvo a enumerar los restos encontrados, su origen y conclusiones.
Parte del interés que nos generó se debía a la cantidad de avatares que
sortearon hasta dar con cada uno de los puntos señalados. El recorrido
finalizaba en una tumba donde habían descubierto recientemente los restos de
una dentadura infantil y un extenso lapiaz que nos hablaba de un tiempo en el
que el mar cubría la zona. También nos señaló marcas de antiguos glaciares en
los montes cercanos y miles de anécdotas con las que se enriqueció la visita.
El otro grupo, formado por los niños, acompañados por Gonzalo y parte de la
Junta, fueron absorbiendo datos de lo más variados…
La jornada llegó a término pasado
el Medio Día para, después del paseo de vuelta, quedarnos la mayoría de
nosotros a comer, cual felices domingueros, en una despejada zona merendero que
quedaba a orilla del río.
En fin, disfrutamos de un día repleto de interés
cultural y ocio en estado puro ;))